lunes, 1 de diciembre de 2008

EN QUE ESTÁ LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA


“Solo a través de una educación de calidad, se podrá construir una sociedad igualitaria, sin la brecha social que ha sumido al pueblo colombiano en la profunda inequidad en la que históricamente ha vivido, con el desastroso resultado social que todos conocemos.”
Evolución de la Educación en Colombia

Para poder revisar la evolución de la Educación en Colombia, resulta preciso el revisar algunos antecedentes:

Durante la primera mitad del siglo xx en Colombia, la educación se caracterizó por la baja tasa de escolaridad, la falta de maestros y su escasa o nula preparación, una alta tasa de analfabetismo, la poca inversión y prioridad en los diferentes gobiernos, la influencia de la iglesia católica, la preponderancia de la educación privada (fundamentalmente en la secundaria) y la oscilación entre las políticas y reformas educativas descentralistas y centralistas.

Las misiones del profesor Currie y el Padre Lebret en la década de 1950, así como la misión de la Organización Internacional del Trabajo a finales del sesenta, instalan una nueva idea de la educación como un sistema planeado y organizado que responde a unos fines sociales.

Dichas misiones develan, entre otras carencias, los problemas de cobertura, la deficiencia de los establecimientos educativos, la baja capacitación de los docentes, la brecha entre la educación rural y la urbana. Esta situación lleva a la formulación del primer Plan Quinquenal de Educación Integral; este plan contempla la unificación de la escuela primaria en cinco años en el área urbana y en la rural y la división de la secundaria en dos ciclos, uno orientado a carreras prácticas y técnicas y el otro a la universidad y escuelas normales.

Entre 1950 y 1976 la tasa de matrícula aumenta significativamente; también aumenta el número de establecimientos escolares (ganando mayor participación el sector público), crece el número de docentes y mejora la relación maestro-alumno. Este mejoramiento de los indicadores se da en un contexto caracterizado por el incremento de la población, el rápido proceso de urbanización y el crecimiento del sector industrial que demanda mano de obra en algunos casos cualificada.

La planificación y los diagnósticos se convierten en el soporte de la formulación de la política pública educativa: aunque continúan, entre otros, los problemas de cobertura, calidad, capacitación y/o formación de los docentes, los diferentes gobiernos buscarán resolverlos basándose en los modelos de la planificación y en las directrices de los organismos internacionales.

Entre 1976 y 1991 la preocupación de los gobiernos se centrará en mejorar los indicadores poniendo el énfasis en la capacidad cuantitativa del sistema para responder y atender la demanda (número de establecimientos, número de maestros, número de estudiantes matriculados…).

A comienzos de la década del ochenta, la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) en su XII Congreso decide impulsar el movimiento pedagógico a nivel nacional el cual se proponía, entre otros, el estudio e investigación de las políticas públicas educativas y la problemática pedagógica. Este movimiento va a jugar un papel importante en la definición de la educación en el país, especialmente a raíz de la participación de algunos de sus más reconocidos activistas que aportan sus ideas en la asamblea que promulga la Constitución de 1991, y posteriormente en la elaboración de la ley general de educación y del plan decenal de educación.

La Asamblea Nacional Constitucional dio como resultado la Constitución Política de Colombia de 1991; en ella participaron representantes de diversos sectores de la sociedad colombiana: delegados de los grupos armados recién desmovilizados (M-19, Quintín Lame, PRT y EPL), delegados de las minorías étnicas, afrodescendientes e indígenas, mujeres, sindicatos, ambientalistas, partidos políticos, movimiento pedagógico, movimiento comunitario… afirmando así el carácter amplio y democrático de esta asamblea.

Por primera vez en la historia del país la participación en un espacio de toma de decisiones fundamentales, como la asamblea encargada de redactar la Constitución Política del país, se había abierto a sectores diferentes al bipartidismo.

Para algunos analistas el hecho de que la asamblea tuviera tan diversa representación permitió que se incluyeran en el texto constitucional avances tan significativos como el capítulo sobre derechos fundamentales, los mecanismos de participación y el mecanismo de protección de los derechos fundamentales (la acción de Tutela). Estos y otros aspectos caracterizan a esta Constitución como la más progresista y democrática que ha tenido el país.

En lo referido a la problemática educativa, la carta constitucional ha originado distintos debates que señalan, por el mismo hecho de suscitarse, la entrada en forma masiva del tema del derecho a la educación en el país.

En el texto de la Constitución Política de 1991 (C.P) la educación no está contemplada dentro del capítulo que habla de los derechos fundamentales, pero aparece en el capitulo de los derechos sociales, económicos y culturales, donde es considerada un derecho fundamental de los niños y niñas, en su articulo 44, y en el Artículo 67 señala que, la educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura.
Sobre la Evolución de la Educación en Colombia,

Se ha establecido que los progresos de la educación en nuestro país se vienen dando a paso lento, sin alcanzar la calidad deseada para contar con alumnos que puedan asumir eficazmente los retos profesionales que requiere la sociedad para su desarrollo. La baja calidad educativa de los estudiantes que están próximos a ingresar a la formación en pregrado se puede constatar en los resultados del examen internacional PISA, en el cual Colombia ocupó el puesto 53, entre 57 países en materia de educación.

Estos resultados son un llamado de alerta que debe dirigir al gobierno Nacional a revisar la política planteada, a través del Ministerio de Educación Nacional que es quien presenta el documento que traza las metas y las estrategias que orientarán la acción del sector educativo durante este cuatrienio. El cual ha sido denominado, El Plan Sectorial 2006-2010 de la política de Revolución Educativa., la cual esta enmarcada en Cuatro directrices fundamentales a saber que son: cobertura, calidad, pertinencia y eficiencia
Este Plan Sectorial 2006-2010 se constituye en el compromiso del Gobierno de cara a los desafíos plasmados en el Plan Nacional Decenal de Educación 2006-2015, construido por más de 20 mil colombianos.
De acuerdo a los planteamientos presentados por el Ministerio de Educación Nacional, la Revolución Educativa, en su primera etapa (2002-2006), generó una dinámica de transformación del sector. Ahora, en esta segunda oportunidad (2006-2010), el énfasis se hará en la educación como una herramienta para construir un país más competitivo, que permita brindar una mejor calidad de vida a sus habitantes.
A claras luces los resultados del Examen PISA, muestran que el país requiere en estos momentos una educación de calidad, situación que no ha sido lograda debido a diferentes factores entre los cuales se citan

Una baja actualización de los docentes en aspectos pedagógicos, con lo cual no se están formando estudiantes que desarrollen el libre pensamiento y el afán investigativo.

Otro factor que ha impedido el alcanzar la educación de calidad es la baja inversión del gobierno, en ciencia y tecnología, factor determinante para alcanzar la competitividad del país.

Y otra razón apunta a considerar que los lineamientos curriculares, la evaluación de competencias y los estándares de calidad han tenido un sesgo fiscalista y punitivo, razones que impiden que los actores de la educación no se movilicen hacia el mejoramiento continuo de la calidad.

1 comentario:

Luz Yepes dijo...

Gracias padre por su aporte.
Ilustro el tema con la experiencia que nos comparte uno de los compañeros del bloque anterior:

PERTINECIA SOCIAL DEL CURRICULO

La experiencia directa frente al desarrollo del currículo educativo, específicamente referido al municipio de Morales, es poco satisfactorio, tal como lo expresaba en una de mis participaciones dentro del curso.
Los lineamientos del MEN y los que corresponden a las iniciativas gubernamentales y municipales vienen a ser demasiado generales y poco asertivos. Generalmente se trata de posturas demasiado formales y de obligatorio cumplimiento que son elaborados, por lo general, fuera de contexto. No quiero decir con esto que sean del todo errados, solo que las particularidades de la realidad educativa, la vida académica y en general formativa de las comunidades han de ajustarse casi a la fuerza a estos postulados.
Desde una perspectiva más filosófica y recordando a Aristóteles, podríamos decir que la metodología empleada en la elaboración del currículo (al menos en el municipio de Morales) es deductiva, en donde partiendo de lo general –los postulados curriculares ya establecidos- se ha llegado a lo particular –la aplicación de los mismos-. Pero quizás lo que necesitamos sea una metodología inductiva en donde la elaboración de los currículos parta de una diagnosis particular de la realidad que viven las instituciones educativas, iniciando en la base, es decir, las familias y su entorno, y luego las condiciones particulares de cada una de las sedes educativas en concordancia con los diagnósticos establecidos en los planes de desarrollo. Sin embrago, todos sabemos que en Colombia, como lo repiten en los despachos gubernamentales, para la investigación “no hay plata”. Por lo mismo y tanto, no se pueden establecer soluciones o plantear “terapias” educativas (que es lo que en realidad se necesitan) en una sociedad enferma e ignorante por la falta de educación.
En este orden de ideas, la pertinencia de social del currículo es una condición que debe verse desde cada una de las regiones de la geografía nacional. No podría, por lo mismo, decir si el currículo es pertinente en Boyacá o en Antioquia, pero sí puedo afirmar que el currículo del municipio en el que resido no lo es, no tiene relación con la realidad que viven las comunidades de esta parte del Magdalena Medio. Esta conclusión es el resultado de los trabajos anteriores y del estudio que al respecto involucró a los mismos, considerando que se trata de una región muy particular del País, maltratada por la violencia, olvidada y necesitada de nuevas propuestas a nivel educativo que respondan a las dinámicas sociales que se observan en la región.

Concluyo con la frase del profesor Nelson López, traída a colación por el P. Sergio Pérez en su aporte en el blog, que nos deja una preocupante sensación de que algo nos falta para que las cosas funcionen bien en nuestras estructuras educativas: “... la actual estructura curricular es de colección, académica, enciclopédica y asignaturista, que mantiene relaciones de verticalidad, caracterizándose el desempeño del docente por ser aislado y atomizado, con un proceso de investigación que no se constituye en un elemento central de la dinámica curricular y donde la evaluación y reflexión permanentes están marginadas en las actuales estructuras curriculares”.